Maco, octubre de 2015.
Va de Solidaridad.
¡Estimados niños y niñas!
¿Qué
tal lleváis el curso? Espero que bien.
Me gustaría que esta carta os hiciera pensar. Veréis.
En los múltiplos viajes que he realizado, he podido observar
cómo todos los niños y niñas no disfrutan de las mismas condiciones educativas,
higiénicas, sociales, políticas, etc . Os podéis sentir muy afortunados por tener un colegio tan precioso , unos compañeros/as
que, seguro, os quieren y respetan y unos maestros/as que trabajan por y para vuestra educación. Día a día vemos en la tele
lugares insoportables de vivir, y sus
moradores han de salir huyendo para buscar un sitio mejor. Quizás hemos
sentido pena, dolor, indignación, rabia… al ver los miles de refugiados que
salen de sus países huyendo de la guerra, del hambre, del maltrato, del crimen
organizado.
Pero ¿ y vosotros/as? ¿Sentís que os esforzáis al máximo por mejorar vuestro alrededor? ¿Sentís
pena, dolor, rabia.. por las imágenes de la tele y no os dais cuenta del dolor
cercano? ¿Habéis sentido alguna vez que
habéis mirado para otro lado cuando ha
habido algún problema cercano?
Queridos amigos y amigas, hoy quiero que le dediquemos la lectura
a la reflexión de nuestro hacer diario. Para ello os envío un cuento escrito
por una maestra de vuestro centro.
Trabajo de animación.
1.- Lee y escucha la carta con atención.
2.- Lee el cuento: “El pequeño Juan”
3.- Realiza un debate con tus compañeros/as de lo que ha
significado el cuento para ti.
4.- Escribe un pequeño texto en el que describas compromisos que se deben adquirir para
mejorar el clima de convivencia de una clase, tu clase en particular.
5.- Escribe un cuento sobre la solidaridad entre las
personas. Tiene que ocupar un folio como mínimo y tres como máximo, ha de ir
escrito a mano, con dibujos bonitos, con buena letra, e identificándote
correctamente.
6.- Lee el cuento a tus compañeros/as.
Espero que disfrutéis.
Un abrazo.
Maco,, vuestra mascota lectora.
EL PEQUEÑO JUAN.
Juan es un pequeño de seis años que
está en 1º de Primaria. Juan es regordete, simpático y travieso. Le gusta jugar
con sus compañeros y compañeras.
Marta es la maestra de Juan. Es
alta, delgada, está en forma y quiere mucho a sus alumnos y alumnas. A Marta le
encanta leerles cuentos a los niños y niñas. Se los lee con gracia, con
tristeza, con ternura, con rabia, con llanto, con pasión. A los niños y niñas
les encanta escucharla.
Marta les enseña a escribir sus
propios cuentos. Cuentos sencillos, cortos, con gracia, con sentimientos, con
corazón. A todos les gusta leer y escribir. Les encanta su colegio.
Pero un día Marta se dio cuenta que
Juan estaba triste. No quería participar, no leía ni quería participar en
ninguna actividad.
¿Qué te
pasa?- le preguntó Marta.
Mis
compañeros me dicen que soy muy lento, que no leo bien-contestó Juan.
Sabes hacer
muchas cosas y muy bien- le dijo la maestra.
Pero Juan no tenía consuelo, pues
cuando salía al patio nadie lo quería en el equipo porque le decían que siempre
terminaba el último. En cambio, David, que era el más fuerte, el más listo
siempre encontraba equipo. Todos lo querían para ganar. David se sentía líder.
Siempre era el primero en todo.
Marta llegó por la mañana al colegio
y dijo:
Vamos a
jugar a un juego muy divertido. ¿Queréis saber cómo se llama?- preguntó la
maestra.
¡SIIIII!-contestaron
todos a una.
Se llama “El
juego del dragón”- dijo Marta.
A ver, tú
Juan, serás la cabeza. Y tú, David, serás la cola. El juego consiste en que
todos formamos el dragón y la cola tiene que coger a la cabeza. ¡Cuidado, hemos
de movernos mucho para que no pille la cola a la cabeza del dragón!- insistió divertida la maestra.
¡Adelante!-
gritó Marta.
Todos los niños y niñas comenzaron a moverse, divertidos, juguetones,
chillones. Juan corría de un lado a otro para que la cola no lo cogiese. David,
por más que intentaba no conseguía coger la cabeza del dragón.
Al cabo de un buen rato todos
estaban cansados, pero felices, así que decidieron bajar el ritmo para que
terminase el juego. Todos se rieron muchísimo y se tiraron al suelo felices y
contentos. Abrazaban a Juan porque no habían
conseguido quitarle la cabeza. David también reía, decía que la próxima vez
otro tendría que ser el último. ¡Vale! –dijeron todos.
La maestra preguntó-¿Quién ha
ganado?-
No sabemos -
respondieron- ¿Nos lo dices tú?- le dijeron los niños.
En este
juego lo importante es formar parte del dragón, porque no existe ningún dragón
sin cabeza o sin cola. Además para llegar de la cabeza a la cola tenemos que
formar el cuerpo. ¿No es así?- les explicó la maestra.
¡Claro!¡Qué
divertido!- dijeron todos los niños y niñas.
A partir de ese día todos los niños
y niñas de 1º de Primaria jugaban juntos. Juan
no se sintió nunca más sólo. Cuando salía al patio siempre preguntaba -¿jugamos al dragón?- y
David respondía- ¿me toca hoy la cabeza a mí?
Cuento
narrado por Manuela Castaño Gutiérrez.
Maestra del
CEIP José Nogales de Valverde del Camino.