lunes, 19 de diciembre de 2011

La historia de los tres Reyes Magos

Maco, diciembre de 2011.

¡Queridos amigos y amigas!

Pronto será Navidad, nos iremos de vacaciones y estaremos impacientes que llegue el Día de los Reyes Magos¿a que sí?

Estoy segura que conocéis la historia de los Tres Reyes Magos, pero seguro que no la habéis leido en inglés. Pues os ofrezco una lectura, para que os animéis.


Trabajo de animación.

1.- Lee la carta con atención.
2.- Lee la historia de los Reyes Magos en inglés.
3.- Escribe la historia en castellano y dibújala. Te quedará preciosa.

¡Feliz Navidad!
¡Que todos tus sueños se hagan realidad!

Un abrazo.
Maco, tu mascota lectora.

The Story of Epiphany



The Three Wise Men


Then appeared three magnificent figures – Wise Men (or Magi) from the East. They were learned men, Who studied the stars, and they had seen a new star, a royal star –the sing of a King –appear in the eastern sky. Guided by its light they set out on a long journey to find this new monarch, whoever he might be, to worship him.

The star pointed to Jerusalem, and when they arrived there they enquired of King Herod, where the new King was to be born and where they could find him. “ At Bethlehem” answered the priests and teachers, who knew what was written in the sacred books.



And at Bethlehem, still led by the Star, the Magi found the infant King. ( By this time the holy Family had moved into a house, and the little Lord Jesus no longer lay in a manger). The travellers entered into His presence and fell down and worshipped Him. Then they opened the treasures they had brought and laid them at His feet.

The Gifts that St. Matthew´s gospel mentions have, no doubt, a spiritual meaning. They offered Gold to Him as King, with Frankincense they worshipped Him, and they laid bitter Myrrh before Him in token of His suffering yet to come.




Herod’s  Cruelty


When the Magi had enquired of King Herod about this new king and where he was to be found, Herod pretended that he too wished to pay homage to the unknown monarch, but really he was jealous at the idea of a rival, and made up his mind to kill him. So to make sure that the royal Child should not survive, he gave the cruel order that all boy babies up to two years old in and around Bethlehem should be destroyed.

The Wise Men did not visit Herod again, as he had asked them to do, for God gave them warning in dream, and they returned to their own country by another way.






The Flight into Egypt and Return


The infant lord Jesus was not among the poor babes ( the Holy Innocents, we call them ) who were slain by Herod’s cruelty.  An Angel warned Joseph in a dream of Herod’s wicked intention and told him to take Mary and the holy Child and to escape into the land of Egypt.

They stayed in Egypt as long as Herod lived, and when they retuned to their own country, it was in Nazareth that they settled, a safer spot than Bethlehem, as Herod’s son was reigning in his father’s place.



 

And the name of Nazareth is for ever sacred to us, as it was the home of the Lord Jesus in His boyhood.

There Joseph the carpenter had his workshop. There Jesus “wrought with Joseph with chisel, saw and plane”. In that home He was “subject to His parents” and obeyed them, and there He “increased in wisdom and stature and in favour with God and man”.









The story of Christmas is ended. But it never grows stale or out-of-date. To all who hold out loving hands of welcome to the Christ Child, and kneel at His cradle, He bestows a gift that last for ever – even a share in His own divine eternal Life.



 


viernes, 16 de diciembre de 2011

Día de la Lectura

Maco, diciembre de 2011.

¡Queridos amigos y amigas!

¡Qué bonitas historias habéis escrito para este día especial de la lectura!
Aquí os coloco el mural construido entre todos y uno de los cuentos que tenéis escrito, en concreto el realizado por 3º de Primaria.
 Un abrazo.
Maco, vuestra mascota lectora.




CUENTO DE TERCERO:



LAS LECTURAS DE JOSÉ LUIS”


         Erase una vez un niño que se llamaba José Luis. José Luis era flaco, fuerte, su pelo era de color negro y muy simpático. Vivía en Valverde con su familia. Tenía una hermana mayor que se llamaba Ana y un hermano más pequeño que se llamaba Pablo. Él y sus hermanos iban al mismo colegio, al colegio José Nogales.
           
            José Luis era un apasionado de la lectura. Todos los días leía libros. Un día de tanto leer, se metió dentro del libro y comenzaron sus aventuras.
           
            La primera aventura que le ocurrió a José Luis fue en el bosque. El bosque estaba lleno de árboles y animales salvajes. El niño estaba perdido y empezó a llover. De pronto vio una cueva y se refugió en ella. La cueva estaba oscura. De repente escuchó el rugido de un oso gigante. Cuando vio los ojos del oso grandes y amarillos, se asustó y comenzó a correr hasta que trepó a un árbol. El niño se agarró fuertemente a una rama, mientras que el oso zarandeaba el árbol.
           
            Pasado un rato el oso se cansó y se marchó de nuevo a la cueva. José Luis estaba empapado, pero dejó de llover y salió el sol. Se bajó del árbol y pensó:
-¡Me voy a quitar la ropa para que se seque al sol!- Entonces el niño viendo que estaba desnudo cogió una hoja gigante y la usó para taparse. Cuando se secó la ropa, se la puso y se dirigió al lago porque tenía sed. De pronto escucho:
-”Pun, pun, pun”, ¿José Luis estás ahí?- Preguntó su madre.
El niño de repente se salió del libro y apareció en su habitación: - ¡Sí mamá, estoy aquí!- Y así terminó su primera aventura.
           
            Al día siguiente, José Luis cogió un libro que trataba sobre un safari en Kenia. El niño de tanto leerlo se metió otra vez dentro. Resulta que viajaban en un jeep por la sabana junto con el conductor, un guía y tres personas más. De repente se encontró una manada de leones. Los leones se acercaron y rodearon al todoterreno. El guía explicó cómo vivían aquellos animales. José Luis aprendió mucho aquel día. Más tarde vieron otros animales como: Cocodrilos, elefantes, jirafas, hipopótamos, etc.
           
            Otro día José Luis estando en la biblioteca, observó en la estantería que había un libro del espacio. Lo cogió, lo leyó y se volvió a meter dentro. Cuando se despertó estaba en un cohete espacial con un traje de astronauta. Entonces el niño pensó que sería muy buena idea dar un paseo por la Luna.
           
            A lo lejos divisó a tres seres que se acercaban. Eran habitantes de la Luna o Selenitas. Sus rostros eran muy feos. Tenían cinco ojos, cinco orejas, dos antenas y tres narices. El color de su piel era multicolor. El niño se asustó tanto que se montó en el cohete y puso rumbo a Júpiter. De repente el niño se salió del libro cuando escuchó la voz de la bibliotecaria diciendo que era la hora de cerrar.
           
            Días más tarde leyendo un libro del colegio se metió dentro del cuento, y se encontró en un mundo al revés. En ese mundo todo era al revés: La gente andaba con las manos, llovía para arriba, las cosas se cogían con los pies, la noche era clara y el día oscuro.
           
            El niño viendo que todo era muy raro le preguntó a una señora:
-¡Oiga señora!¿Por qué andáis con las manos?
-¡Qué niño más raro, está andando con los pies!- Pensó la señora y pregunto al niño:
-¿Por qué estás al revés?
-Porque en mi mundo se anda con los pies, llueve para abajo, los días son claros y las noches oscuras- respondió José Luis.
-¡Qué mundo más raro!- Dijo la señora.
           
            José Luis al toque de la sirena del colegio, salió del mundo al revés y volvió a la realidad. Salió al recreo y le contó a sus compañeros y compañeras lo que le había sucedido y lo bien que se lo pasaba leyendo.
           
            Desde aquel día todos sus amigos y amigas leían muchos libros para que les pasara las mismas aventuras que a José Luis. De esta forma, todos aprendieron a leer y meterse de lleno en los libros y en las historias que cuentan, porque se aprende mucho de ellos. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


FIN


AUTORES: RAÚL, TEO, KARIMA, DARÍO, JULIO MANUEL, MARTA, MANUEL PEÑA, VÍCTOR, CARMEN, JÉSSICA, ÁLVARO, MARÍA, JULIO, FRANCISCO Y SANDRA.
        

martes, 13 de diciembre de 2011

Día de la Lectura

Maco, diciembre de 2011

Día de la Lectura.

¡Queridos amigos y amigas!

    El próximo 16 de diciembre se celebra el Día de la Lectura. Estoy segura que es un buen momento para compartir nuestras historias favoritas con nuestros compañeros/as y amigos/as.
    Me gustaría ver en vuestro colegio un lugar donde poder leer los cuentos que venís haciendo¡seguro que son preciosos!¿lo queréis compartir con todos los niños y niñas del colegio?
    Pues, vamos.


                                     Trabajo de animación.
1.- Lee la carta con atención.
2.- Recoge los cuentos que has realizado anteriormente y elige el que más te guste.
3.- Construye un gran mural en tu centro con todos los cuentos elegidos.
4.- Coloca el mural en un lugar visible del centro para que lo podamos leer todos.

Disfruta con la lectura. Son tus cuentos.

Un abrazo.
Maco, tu mascota lectora.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Don Dionisio Inventatrastos

Maco, la mascota lectora.

¡Queridos amigos y amigas!

Cuando comenzamos a trabajar la animación a la lectura, muchas son las técnicas que podemos utilizar.
Yo he utilizado bastantes, desde juegos a fichas de comprensión, dibujos, dramatizaciones,etc.
Pero una de las técnicas que más les ha gustado a los alumnos/as ha sido resumir libros y publicarlos con sus propios dibujos. Así lo hicimos con el "Quijote", que está colgado en el blog y otros  más.
Os presento un resumen precioso realizado por  un grupo de mis alumnos/as del Taller de lectura de 4º, 5º y 6º de Primaria, del libro DON DIONISIO INVENTATRASTOS.

Espero que os guste .
Un abrazo.
Vuestra mascota lectora. Maco







DON  DIONISIO,
EL PROFESOR INVENTATRASTOS.





         Érase una vez un señor que vivía en un pueblo pequeño. Este señor se llamaba Dionisio, pero ninguno de sus vecinos-as lo llamaba de este modo, sino que le nombraban por  Profesor Inventatrastos.

        Don Dionisio era bajito y regordete, de nariz redonda y ojos relucientes rodeados de unas pequeñas gafas.

        En su cabeza apenas tenía pelos y le relucía una estupenda calva.













LOS TRASTOS DE DON DIONISIO



   El Profesor Inventatrastos  vivía solo con su pequeño perro.

      Le gustaba inventar cosas que, aparentemente, no servían para nada: un paraguas mágico, un ventilador que echaba perfume,… pero luchaba por encontrar algún trasto para salir de su pequeño pueblo y viajar por tierra, mar y aire.



























EL PUEBLO DEL PROFESOR INVENTATRASTOS

   Don Dionisio vivía en un pueblo de pescadores, tranquilo, con casas bajitas y blancas.

   Su casa, situada cerca de la playa, estaba rodeada de un pequeño jardín que muy pocos vecinos-as visitaban, por los trastos que almacenaba y la extravagancia de su amo.

   Desde su casa divisaba el mar y el horizonte y se imaginaba todos los países que le gustaría descubrir.

   Un día el Profesor Inventatrastos inventó unos zapatos mágicos que podían salvar todos los obstáculos posibles: las montañas, los ríos los árboles,…

   Así que un día salió de su pueblo de casitas pequeñas, bajitas y blancas, al amanecer, con algunos de sus trastos, dispuesto a viajar por el mundo y conocer nuevos pueblos.













LA HIJA DEL HADA AZUL.

Apenas hubo salido de su pueblo se sintió feliz porque podía atravesar valles y montañas sin apenas estar cansado.

Al llegar a un nuevo lugar se encontró con la hija de un hada que tenía que demostrar que era una buena hada haciendo feliz a algún humano, pero resulta que esto le estaba resultando muy difícil, pues los humanos-as no se dejaban ayudar fácilmente.

El Profesor Inventatrastos salvó al hada de varios peligros gracias a sus inventos y le propuso que le acompañara en su viaje.

La hija del Hada Azul, que éste era su nombre, aceptó encantada y se maravilló que un humano la hubiese salvado de los peligros.






















EL PAÍS DE VALLEVERDE.


El hada y el profesor llegaron a un pueblo llamado Valleverde, pero no pudieron entrar fácilmente, ya que un soldado que parecía un gigante, les impedía el paso.

El soldado les pidió un pasaporte, que ellos no tenían, pero el profesor consiguió engañarlo y pudieron entrar al fin.

El pueblo parecía extraño, pues la gente no saludaba y unos soldados indicaban lo que debían hacer.

Un soldado tan enorme como el centinela de la entrada les dijo que este era el País de los Cocólitos.


























EL PAÍS DE LOS COCÓLITOS.

El país de los Cocólitos gustó a  nuestros amigos, pero pronto se dieron cuenta que algo extraño pasaba en el lugar pues unos soldados altos y fuertes como el guardián de la entrada, indicaban a la gente la hora de recogida  y el fin de las tareas diarias.

   Todos los vecinos-as huyeron del lugar y los visitantes no sabían donde ir.

   Un cocólito les hizo una señal y los llevó a su casa.
































LA FAMILIA COCÓLITOS.

La familia de los Cocólitos contó a los visitantes que antes en el pueblo eran felices y que no necesitaban grandes cosas, pero que una terrible sequía asoló al pueblo. Se sentían tristes y decidieron salir a buscar ayuda.

Cuando salieron del pueblo anduvieron valles y montañas hasta llegar a los territorios del Gran Duque, que vivía en un enorme castillo, y que les prometió ayuda si lo llevaba a su pueblo.

   Ellos decidieron aceptar la ayuda y dejaron entrar al Gran Duque y a todo su ejército en su hermoso valle.

























EL ENGAÑO DEL GRAN DUQUE.

Regresaron los cocólitos con el Gran Duque al pueblo de Valleverde con la esperanza de la ayuda prometida. Pero era un engaño,  pues pronto el Duque ordenó a su dragón de Siete Cabezas quemar cosechas y las casa de los rebeldes.

   Ahora vivían escondidos y amedrentados por el dragón y por el hechicero amigo del Gran Duque, quien transformaba en animales a aquellos cocólitos que no obedecían sus órdenes.


















LA VENGANZA DEL GRAN DUQUE.

   A la mañana siguiente unos fuertes golpes se oyeron en la puerta de la familia de los Cocóliotos. Eran los soldados que venía buscando a los visitantes y que se habían enterado que estaban escondidos en esta casa. Nuestros amigos para no molestar más a esta familia se entregaron y fueron llevados ante el Duque.

   El Gran Duque explicó al profesor que se había enterado que era inventor y que iba acompañado de un hada. Les propuso que se unieran a él en su dominio del pueblo y que, juntos, serían invencibles.

   Pero nuestros amigos se indignaron de tal modo que empezaron a pedirles explicaciones por las sequías y por todos los males que estaban sufriendo los habitantes de Valleverde.



El Gran Duque se enfadó tanto que al momento les mandó a sus soldados que los metieran en la cárcel, junto con toda la familia que le habían ayudado.    





LA FUGA DE LA CÁRCEL.

Toda la familia de los cocólitos, Don Dionisio y el hada Azul fueron trasladados a la cárcel y quedaron custodiados por los solados y el Dragón de Siete Cabezas, que de vez en cuando soltaba alguna llamarada, lo que hacía insoportable aquel lugar.

   Mientras tanto el profesor Inventatrastos se puso manos a la obra para inventar algún trasto que los sacara de allí, así que les pedía a todos las cosas más inverosímiles que podían imaginar. Al cabo de un buen rato ya sabía cómo iban a salir de allí. Había inventado un aroma que hipnotizaba a todo el que lo olía y al mismo tiempo atacaba a quien no lo llevara puesto.

Así que llamó al dragón, echó el perfume y rápidamente quedó hipnotizado.
Los soldados que no estaban aromatizados fueron atacados por las llamas del dragón.

De este modo salieron de la cárcel.






LOS COCÓLITOS
PIERDEN EL MIEDO

   Los cocólitos al ver que su peor enemigo, el dragón, ya no les atacaban salieron a defender su pueblo y pidieron a la hada Azul que les ayudase a vencer al hechicero, pues del Gran Duque ya se encargarían ellos-as.

   El hada Azul se sintió feliz al ver que unos humanos-as necesitaban de su ayuda, y por arte de magia convirtió al hechicero en un animal, en lo que él había estaba convirtiendo a todos los habitantes del pueblo.

   Por la tarde ya al pueblo había recobrado su alegría y daban las gracias a los visitantes por la ayuda prestada.

Nuestros amigos se sintieron muy felices de haber ayudado a un pueblo a recobrar su libertad y juntos regresaron a sus pueblos natales.
   Al día siguiente toda la noticia se conocía por los alrededores y los vecinos-as de Don Dionisio se sintieron felices de tener un profesor Inventatrastos tan ilustre.